Cuando los muertos caminen ¿a donde iras a esconderte?
Ellos van por ti Barbara.

miércoles, 3 de junio de 2009

Lo que ví ese día

Colbert era un tipo alto, al que no quieres encontrar en la calle, si es que conoces en lo que trabaja, su nombre es un mote que le han puesto por sus curiosas anécdotas, por lo demás es un desgraciado engreído.

Las luces de presión chisporroteaban sonidos electrónicos, indicando que las entradas de las escaleras están llenas, al menos Solitario George estaba dentro, había obtenido "su pase" sin ser específicamente un mercenario sin escrúpulos, pero tenía su historia.

No veía a nadie más en la planta, quizás alguien en los pisos inferiores de este viejo silo de misiles de la guerra fria, que fue adaptado para operaciones de inteligencia . Salvo por las modernas pantallas de plasma del centro, el equipo estándar procedía de los 70s.

Solitario se sentó en la silla reclinable pesadamente, Colbert veía el monitor atento a los sucesos, aunque la cámara no reflejaba nada.
Este bunker tenía unos sistemas resistentes al EMP o Pulso Electromagnético, conectado por una maraña de cables coaxiales de diversos tipos que disipaba el impulso eléctrico y habitaciones de Faraday que protegían la infraestructura informática del edificio.

Al menos su Ipod estará intacto, Colbert miraba su reloj mecánico con insistencia mientras vigilaba los monitores.

Solitario no entendía porqué todo ese equipo viejo estaba operativo en aquel instante o que utilidad tenía frente a la tecnología del más básico de los bunkers.

Sacó su lector digital y continuó leyendo el informe que recuperó de periodista del Daily a quien no tuvo tiempo de interrogar en su intempestiva huida cuando la llamada ocurrió, compuesto de una sucesión de fotografías tomadas, usando el Zoom digital se detenía a analizar los detalles de la foto de una alta resolución que había sido realizada con filtros infrarrojos para detectar detalles ocultos:

A. J. Sherman:

"... La formación de tejido neuronal, es desatado indirectamente por las modificaciones del RNA que porta el vector vírico, cuya única función es insertar un código genético que a partir de una sola célula puede generar tejidos complejos por un proceso sólo entendible por su similitud con el cáncer, que crece sin cesar a partir del mismo tejido nervioso del huésped, esto ocurre en diversas partes de la columna, el hipotálamo y el páncreas, aunque se ha sido localizado en tejido muscular...

Luego parece replicar el proceso neuronal, algunas secciones como la hipófisis adquieren una inusual actividad, la adenohipófisis comienza, inducida por la primera, a secretar Tirotropina, el resultado es una voz ronca las primeras doce horas producto del anormal crecimiento de la tiroides...

El lóbulo frontal y temporal se desintegra gradualmente, el líquido cerebroespinal trasporta millones de las células adulteradas en cuestión de horas, en las primeras tres horas los individuos presentan comportamientos agresivos... no hay presencia de anticuerpos... se vuelven paranoicos, psicóticos...

[...] el individuo se vuelve portador del virus que se produce en el páncreas, que secreta por la piel y sus líquidos salivales [...]

No entendía los términos entre palabras, había muchos fragmentos con marcador de seguridad, lo que indicaba que era información archivada por lo menos un año si es que la fecha del robo de la información era correcta, como usualmente ocurre en informes de alta seguridad o "Sólo para sus ojos", aunque no reconocía el escudo.

De repente, la luz se apagó, aunque los viejos monitores y luces de los páneles de control seguían inmutables, Colbert se volteó y clavó su mirada con una sonrisa de oreja a oreja, las pantallas ultramodernas OLED se fundieron en un instante, pero el viejo cinescópio de fosforo de un grueso vidrio, permanecía mostrando el exterior con una cámara igualmente inmune al pulso, Solitario George se daba cuenta que su Ipod, con todos los datos que había recabado, se había fundido irremediablemente, la guerra había comenzado.